En la Biblia Nueva Traducción Viviente evangelio de Juan 1:11 el apóstol Juan dice: "Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron"
Desde tiempos antiguos los profetas anunciaron que Dios levantaría entre el pueblo a uno que llegaría a ser como Moises "el caudillo de Israel". (Deut. 18:15; Hc. 3:22; 7:37)
Dios mismo le dijo a la serpiente antigua en el Eden: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya: Está te herirá en la cabeza y tu le herirás en el calcañar" (Gn. 3:15).
Isaías lo profetizo en el verso 6 del cappítulo 9 de su libro, asi: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Principe de paz".
Miqueas el profeta también hablo profeticamente en el capítulo 5:2 "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de tí me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad".
Isaías nuevamente en 7:14 de su libro vuelve a referirse de este que habría de venir, con las siguientes palabras: "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel".
Mateo el apóstol en su evangelio capítulo 1:18-25 hace referencia al nacimiento de este niño: "18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aqui un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo. José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho pór el profeta (Isaías) cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es : Dios con nosotros. 24 Y despertando josé del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibio a su mujer. 25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús".
María la virgen ya tenía claro que ella sería la madre de Jesús, quien habría de salvar al pueblo de sus pecados (Mt. 1:21). El ángel Gabriel, ya se lo había anunciado (Lc. 1:26-38), pero José su prometido no lo sabía. Él solo quiso dejar secretamente a María luego que descubrió que ella se hallaba enbarazada (1:19).
Aqui encontramos a la primera persona que quiso darle la espalda a Jesús, pues no quería aceptarlo o recibirlo. A no ser por la intervención divina José le hubiera seguido rechazando (Mt. 1:20-24).
Esto quiere decir que ninguna persona aceptará o recibirá a Jesús a menos que Dios halla obrado primero en su vida. Bien lo dijo el apóstol Pablo en Romanos 3:11 " No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios".
El hombre por naturaleza su corazón lo inclina al mal (Gn. 6:5), y a rechazar a Dios, pues, dice el necio en su corazón no hay Dios (Sal. 14:1; 53:1).
La segunda persona que rechazo a Jesús registrada en las páginas de la Biblia fue el rey Herodes quien solo se turbo al escuchar lo que los magos dijeron acerca del rey de los judios que había nacido, y aunque pretendio convertirse en uno de sus adoradores, luego de que los magos de oriente le ayudarán a encontrarlo, lo que hizo a la postre fue rechazarlo al mandar a matar a todos los niños menores de dos años que había en Belen y en todos sus alrrededores (Mt. 2:1-3,8,16).
Herodes hizo esto porque no quería reconocer el señorío o gobierno de otro sobre su vida y la nación. Lo único que él quería era permanecer en su oficio y que su descendencia se estableciera en el reinado. Él no quería que se levantara otro rey en Israel. Y aunque él sabía que habría de venir el Mesías o úngido de Dios para traer libertad al pueblo, él se negó a darle el lugar que le correspondía a Jesús. En vez de esto trato de matarlo, para impedir que la voluntad de Dios el Padre se cumplierá en Jesús a favor del pueblo.
Todo hombre o mujer que pretende gobernarse a si mismo y gobernar a otros, siempre resultará rechazando el Señorío de Jesús.
Para muchos hoy en día, y en especial en la epoca navideña donde se conmemora el nacimiento de Jesús, les resulta más fácil adorar al niño que nació en Belén en un pesebre hace aproximadamente 2008 años atras, que rendir su vida al Señorío de Jesús, porque les implicaría obediencia total a sus requerimientos, y ellos realmente no estan dispuestos a abandonar su propio estilo de vida que les mantiene alejados de Dios.
Si, para muchos es más conveniente adorar al niño que obedecer al Rey.
Al niño se le puede manipular, al Rey no. A él hay que temerle y obedecerle.
Muchos dirán; el niño a mi no me exige nada, al contrario él me da.
Estas personas lo único que han querido a través de la historia es inmortalizar al niño Jesús: "El divino niño" (Llamado asi por la tradicción religiosa) y negarse a aceptar que el niño Jesús ya no existe, que él cumplió su ciclo en la historia sujeto a unos padres terrenales (María y José su padre adoptivo). Si, el niño Jesús ya no existe, él existió, luego llego a ser adulto, murió en la cruz del calvario a la edad de 33 años, fue sepultado y luego resucito al tercer día conforme a las escrituras (1a. Cor. 15:3,4), ahora esta sentado a la diestra de Dios Padre en las alturas, y un día vendrá como Rey de reyes y Señor de Señores.
Jesús hace mucho que nació... Ahora quiere habitar en tu corazón. ¿Ya le invitaste a entrar en él? (Vea Juan 1:12 y Romanos 10:9).
La realidad Bíblica revela que fueron muchos los que rechazaron a Jesús, o sea que no le aceptaron ni creyeron en él.
Otra historia que revela el rechazo de la gente hacia Jesús la encontramos en el evangelio de Mateo 13:53 al 58. La misma gente que vio crecer a Jesús desde la infancia fueron los que no creyeron en él. Esta fue la causa por la cual Jesús no hizo alli entre ellos (en Nazaret) muchos milagros.
La incredulidad le cierra la puerta al poder activo de Dios para obrar maravillas en la gente. La incredulidad al rechazar a Jesús hace que el individuo no experimente la gracia de Dios en su vida.
Desde que Jesús comenzo su ministerio ya muchos querían matarle (Ver, Lucas 4:16-30), hasta que finalmente lo lograron llevandole a la muerte de cruz, como ya bien todos lo sabemos (1a. Cor. 15:3-4). Cumpliendose así las palabras que el apóstol Juan expreso: "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron" (Jn. 1:11).
No seamos de los que rechaza a Jesús, así como José termino aceptandolo te invito a que lo hagas tu hoy. Adoremoslo así como los magos de oriente que le presentaron oro, incienso y mirra, presentes que indicaron por parte de estos (según el comentario Bíblico Moody pg. 4,5), el reconocimiento de Jesús como Rey, como Hijo de Dios y como victima destinada al sacrificio.
Rechazar a Jesús, entonces implica desconocerlo como Rey, como Hijo de Dios y como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo..
El apóstol Juan dijo: "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios". (Jn. 1:11,12).
Pablo dijo en Romanos 10:9 "Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de entre los muertos serás salvo".
Qué harás con Jesús?
A. Le seguirás viendo y tratandolo solo como niño?
B. Le adorarás tan solo para que te de regalos?, o...
C. Le recibirás, creerás en él y le confesarás como Señor? para someterte a su señorío y hacer siempre su voluntad. Espero que lo hagas por tu bien y no seas uno más de aquellos que lo han rechazado.
¿Qué debes hacer ahora con Jesús luego de que le has recibido, creido en él y confesado como Señor? Tan solo obedecerle, servirle, adorarle, darlo a conocer y esperar su pronto regreso con toda paciencia, amor y apartado de todo aquello que quiera desviarte de Él.
Que Dios te bendiga y te ayude a perseverar en él.
Autor: Jaime H. Grajales R. (Pastor)